Me siento ser uno de tus rizos.
Me enredo a tu cuello
y siento que palpitas en la arteria.
Cierras los ojos
y beso tus párpados.
Escondido,
- entre tu ojo izquierdo y tu nariz,
bajo hasta tu boca,
bebo su veneno.
Estoy ebrio,
¡de amor ebrio!
Ahora resbalo por tu hombro
hasta despertar en tu pecho.
Tus manos acarician mi silueta de rizo
tuyo…
Me has dicho palabras celestes…
La lluvia de mis ojos café oscuro
moja tu cuerpo…
Pierdo de olfato aquel perfume,
ya no estoy entre tus rizos.
… Termina el artificio…