Miguel Angel Gaytán Montes, 27
de diciembre de 2017.
Hace un año, para ser exactos, el 27 de diciembre de 2016,
publiqué un artículo en el que manifesté mi punto de vista sobre la solicitud
que hizo, el Secretario de la Defensa, el Gral. Salvador Cienfuegos Zepeda, a
los Senadores de los grupos parlamentarios del PRI y PVEM, el 7 de noviembre de
2016, para que se legislara con el objetivo de contar con los instrumentos
legales, cito: ”… que sustenten nuestra actuación en las actividades de
apoyo a la seguridad pública… ”
En aquella ocasión, manifesté mi desacuerdo en que se legislara en
ese sentido, por varias razones;
Primera; Las actividades de resguardo de la “seguridad interior”, como
ahora le llaman a aquello que hay que proteger de las amenazas, generadas por
los propios ciudadanos mexicanos, desde el propio territorio nacional, son
facultad de las autoridades civiles nacionales, es decir de las policías de los
diferentes niveles de gobierno.
Segunda; Las experiencias históricas de la participación de las fuerzas
armadas en actividades de “recuperación de la paz” social, que se han
presentado en muchos países, son nefastas y han tenido como resultado,
violencia, represión, muerte y un largo etcétera de tristes consecuencias.
Tercera; Porque en el erario nacional, se tienen los recursos necesarios
para “invertir” en la construcción de cuerpos policiacos civiles, confiables,
honestos, comprometidos, bien remunerados y eficientes en las labores de
combate al crimen y preservación de la paz social.
Cuarta; Porque, legislar en términos de lo solicitado por el General
Secretario de la Defensa, significa legitimar el uso por parte del Poder
Ejecutivo Federal, de las fuerzas armadas.
Quinta; Porque son ya mas de 10 años realizando estas actividades de
“resguardo de la seguridad interior”, por parte de las fuerzas armadas, y los
índices delictivos no han disminuido, ni nos sentimos mas seguros en las
calles, de modo que no encuentro razón para legitimar el uso de un recurso que
ha demostrado no ser efectivo.
Hoy sigo pensando exactamente lo mismo que hace doce meses, pero
adicionalmente les manifiesto mi desconcierto al ver que gran cantidad de
ONG’s, artistas famosos y no famosos, opinadores de todas las extremas y en
todas las redes, chairos y no chairos, se manifestaron presionando a los Senadores
de la República para que no aprobaran la “Ley de Seguridad Interior”.
En esto de manifestarse y protestar ante los legisladores, estamos
como cuando los sismos, no ayudamos a nuestros semejantes, ¡hasta que ya no hay
mas remedio!
¿Porque toda esta gente que se dice indignada por la promulgación
de la ley que comento, no se manifestaron hace un año?, ¿por qué hasta que el
remedio será, remandar la ley o derogarla?
Cualquier acción o manifestación en prevención, es inexistente en
nuestro país, nadie se preocupa ¡hasta que se ahoga el niño!.
Deberíamos protestar contra nuestros representantes, los Diputados
y Senadores, porque de hecho, ¡no nos representan!.
Ellos representan a sus “bancadas”, es decir a sus intereses
partidarios, intereses políticos, económicos y personales.
Para ellos, ¡el bien público puede esperar!
Exigirle a los Gobernadores, Presidentes Municipales, o la PGR, que
hagan su trabajo, ¡puede esperar!
El problema no es si la ley dice o no dice o si es clara o no es
clara, si tiene candados o no los tiene, para mi, el punto es que;
Las fuerzas armadas, no
deben involucrarse en actividades de seguridad interior, ¡PUNTO!.
Ese es el tema “primigenio” de este asunto, no nos perdamos en la
letra escrita en la Promulgada Ley, estamos cayendo en el juego perverso de la
“oligarquía partidaria”, de ¡discutir si la ley dice, que si no dice!
Vecinos, lo que debemos hacer es buscar alguna manera de exigir a
nuestro representante, el Diputado Local y el Federal, que realmente solicite
la opinión de los ciudadanos antes de “levantar la mano” o apretar el botón de
votar leyes.
También debemos exigir al Presidente Municipal y al Gobernador,
que hagan su trabajo y no intenten transferir a otros la responsabilidad de
actuar contra el crimen organizado.
No debemos olvidar que aparejado al flagelo de la VIOLENCIA y el
CRIMEN, se encuentra un grave mal que si depende de las autoridades, la
IMPUNIDAD, este es el alimento de los grupos criminales y de los individuos
criminales.
Crimen e impunidad hacen una suerte de círculo vicioso que se
manifiesta en una espiral ascendente en donde las autoridades, no han tenido el
menor interés de terminar con ellas.
¿Cuanto tiempo mas pasará, antes de que haya un real estado
democrático, en el querido México que construimos día a día?
¿Qué estaremos dispuestos a sacrificar, como ciudadanos
inconformes, para disfrutar de paz y tranquilidad en las calles, en los
barrios?, ¿hasta donde tendrán que llegar las protestas?, ¿quién encabezaría
los movimientos auténticos de resistencia civil?
Esta es, Vecino, la gran tarea que tenemos pendiente…
Referencias:
El discurso completo del General Secretario de la Defensa Nacional
lo encuentras en:
El Artículo del Vecino Liberal del 27 de diciembre de 2016 lo encuentras en: