Miguel Angel Gaytán Montes, 25 de enero de 2023.
Desde Mikhail Borodín, emisario de la URSS en 1919 y hasta 1988, la representación de la izquierda en México, apenas logró emerger, desde la clandestinidad hasta convertirse en un partido político consolidado y fuerte, a partir de mayo de 1989, fecha en que se fundó el Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Esta fundación del PRD se derivó, del revés sufrido por el Ing. Cuauhtémoc Cárdenas en la elección Presidencial de 1988, en la cual resultó triunfador el Lic. Carlos Salinas de Gortari del Partido Revolucionario Institucional (PRI). Elección que estuvo manchada por la aparente manipulación de resultados de las votaciones, originando con ello que los partidos opositores al PRI, se unieran en protesta y exigencia de claridad en los resultados dados a conocer, por el entonces presidente de la Comisión Federal Electoral, el Lic. Manuel Bartlett Díaz, hoy director de la CFE (ver Ref. 2).
El PRD fue integrado entonces, por varios partidos opositores al PRI, partidos de línea de izquierda como lo fueron la Corriente Democrática del PRI, encabezada por el Ing. Cuauhtemoc Cárdenas, el Partido Mexicano Socialista (PMS), Partido Mexicano de los Trabajadores (PMT), Partido Socialista Unificado de México (PSUM), Partido Patriótico Revolucionario (PPR), Movimiento Revolucionario del Pueblo (MRP), Unión de Izquierda Comunista (UIC) y una fracción del Partido Socialista de los Trabajadores (PST), cuyo líder era el Ing. Heberto Castillo (ver Ref. 1).
Tan grande fue el descontento social y la fuerza política manifiesta del gran bloque de izquierda formado por el naciente PRD, que el presidente Carlos Salinas, convocó a todas las fuerzas políticas del país a participar en la conformación de una reforma profunda a las Leyes Electorales, con el fin de dar opciones de participación a los diferentes frentes políticos presentes en el país, así como buscar métodos de transparencia y equidad a los procesos electorales, de igual modo establecer los medios que permitirían la solución de conflictos (ver Ref.2).
Los padres fundadores del PRD fueron Cuauhtemoc Cárdenas Solórzano, Porfirio Muñoz Ledo e Ifigenia Martínez Hernández, sin embargo cabe destacar otros personajes que se unieron a éste nuevo partido, ellos son; Heberto Castillo, Gilberto Rincón Gallardo, Amalia García Medina, representantes de la izquierda mexicana y Andrés Manuel López Obrador quien provenía del PRI.
En resumen, el PRD consolidó su fuerza gracias a la suma de todas las corrientes de izquierda existentes en el país en 1989.
Desde entonces hasta la fecha el PRD ha enarbolado las ideas de izquierda en el ámbito político de México.
Ahora veamos lo que contiene la Declaración de principios del Partido de la Revolución Democrática (ver Ref.3)
"El Partido de la Revolución Democrática es el resultado de un quiebre de la
estructura del antiguo régimen de partido de Estado, y de un resurgimiento
democrático en la historia del México contemporáneo. Las fuerzas sociales y
políticas que sufrimos el gran fraude electoral de 1988, resolvimos fundar al
PRD con la convicción de impulsar una transición a la democracia para
reformar el sistema político del presidencialismo autoritario."
El PRD, con base en las diferentes corrientes de izquierda que lo integraron, se le identificó como "la fuerza política" que representaba el pensamiento de izquierda en México.
El PRD se asume como un partido de "izquierda socialdemócrata", que persigue la utopía de
construir una nueva sociedad de ciudadanos libres, en la que el
progreso tenga como base, el trabajo de la totalidad de la población, donde la
prosperidad sea equitativa y eleve la calidad de vida de todos.
El PRD manifiesta también en su declaración de principios que habrá de confrontar cualquier modelo de gobierno dictatorial, despótico y
autoritario, que busque concentrar el poder político y económico.
El PRD es una organización que comprende el valor del diálogo, la reflexión y el
debate civilizado, por lo que orienta sus decisiones y acciones
políticas en el sentido de construir respuestas a los grandes problemas
nacionales, y resolver las justas demandas de la población.
Hasta aquí me resulta claro que la izquierda mexicana había encontrado el rumbo mediante el cual, podría no sólo incidir, sino ser parte del Gobierno de la República. Pero el camino recorrido por 29 años, llegó a un callejón sin salida.
En 2012 Andrés Manuel López Obrador (AMLO), después de su derrota en las elecciones presidenciales, abandonó el PRD. Y el 9 de Julio de 2014 constituyó el Partido Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA).
AMLO tomó la gran oportunidad de tener su propio partido, con base en la popularidad "personal" obtenida durante su gestión como Jefe de Gobierno del D.F. de 2000 a 2005, así como lo sucedido después de dos procesos electorales presidenciales en 2006 y 2012.
El PRD sufrió la desbandada de la mayor parte de sus dirigentes de todos los niveles, quienes fortalecieron las estructuras del naciente partido MORENA.
AMLO, al fundar el MORENA, erosionó de tal manera al PRD, que en la actualidad éste partido es meramente testimonial de lo que en algún tiempo fue el pensamiento de izquierda ó socialdemocrático con fuerza política.
La siguiente gráfica muestra lo que ha sucedido desde la aparición del MORENA.
La narrativa de algunos analistas de política y economía, así como las voces de algunos vecinos, afirman que AMLO encabeza un gobierno de tendencias de izquierda. Sin embargo, nunca el hoy Presidente de la República, ha manifestado que su Gobierno sea de izquierda, aún cuando es evidente su simpatía con los países de América Latina con gobiernos de izquierda, como lo son Cuba, Nicaragua, Venezuela, Chile y Argentina.
Su amistad con los gobiernos de los países mencionados no son prueba suficiente que nos permita afirmar que el Gobierno de AMLO es de izquierda pues sus acciones de Gobierno distan mucho de seguir los fundamentos de la izquierda.
Para muestra, el manejo de la economía es tanto ó más neoliberal que el de sus antecesores. Otra muestra es que los oligarcas y grupos de interés, que antes de 2018 se beneficiaban de sus contactos con el Gobierno, hoy siguen obteniendo beneficios de su cercanía al régimen de AMLO. Sólo por mencionar dos ejemplos.
Hoy estamos más cerca de un autoritarismo de derecha que de la socialdemocracia que buscaba el PRD.
Hoy la izquierda mexicana es un melancólico recuerdo de las luchas del Partido Comunista Mexicano, del Socialista Unificado de México y de tantos luchadores sociales que, con la salida de AMLO del PRD, vieron perdidas las esperanzas de que en México se alzara, por primera vez, un gobierno de izquierda.
Muchos apoyaron a AMLO y su MORENA, tanto que las elecciones de 2018 le entregaron a su partido el control, además de la Presidencia de la República, el control de la Cámara de Diputados y la mayoría simple en la de Senadores. Así como los congresos locales y gubernaturas que estuvieron en disputa en el 2018.
El neoliberalismo ha demostrado que es capaz de crear riqueza para algunos, pero también pobreza para muchos. Hoy con el Gobierno de AMLO tenemos más de lo mismo, ¡los mismos ricos y muchos más pobres!
Al parecer, el legado de AMLO serán los mismos oligarcas pero más ricos, los nuevos políticos ricos y un mayor número de mexicanos empobrecidos.
Triste la historia de una izquierda mexicana que, en busca de llegar al gobierno, para lograr condiciones de bienestar para los mexicanos, se inclinaron hacia el centro y en el pecado encontraron la penitencia...
La izquierda mexicana, gracias a AMLO...
¡Ya es historia!
REFERENCIAS
1 "Declaración de Principios del Partido de la Revolución Democrática"
2. "Hacia la Democracia Mexicana", El Vecino Liberal, 7 de abril de 2020.
3. "Declaración de Principios del PRD"