Miguel Angel Gaytán Montes, 6 de marzo de 2020.
El 25 de enero de 2020, el presidente López hizo que las cejas de los Empresarios se levantaran, al sugerirles que debían tener “… utilidades razonables y pensar más en los trabajadores …”. (R.1)
Mis estimados vecinos, les quiero manifestar que en este caso, ¡no puedo estar más de acuerdo con el presidente López!
Sin embargo, las citadas palabras pronunciadas por el presidente el pasado 25 de enero, originaron críticas en los medios de comunicación, críticas que entiendo, pues muchos “lectores de noticias” y algunos “opinadores” desconocen del tema y muy probablemente, por el prejuicio de que López no es un conocedor de las finanzas empresariales.
En este mes de marzo se están cumpliendo cuatro años, de que realicé una serie de publicaciones en las cuales aseguré que el Gobierno de Peña, no tenía ninguna intención de mejorar las condiciones salariales de los trabajadores mexicanos.
Pero también mencioné, al igual que hoy lo hago, que no es el Gobierno el único responsable de las pésimas condiciones salariales de los vecinos trabajadores mexicanos. También los Empresarios y los Líderes Sindicales tienen una buena parte de la culpa, así como la CONASAMI, la cual siempre he considerado como “el enemigo silencioso” del poder adquisitivo del Salario Mínimo. (R.2,3,4)
Los Analistas Económicos, Los Patrones y la CONASAMI, habían esgrimido razones por las cuales no era posible “conceder” incrementos al Salario Mínimo, como las siguientes, porque…:
- Provocaría incremento en la inflación
- Provocaría desempleo
- La Productividad Laboral era baja
Sin embargo en este último punto “La Productividad Laboral”, los Patrones, Sindicatos, Gobierno y la propia CONASAMI, olvidan que el factor “Productividad Laboral”, tiene a su vez otras dependencias, como son las tres “P’s”:
- La Planta
- Los Procesos
- Las Personas
Estos tres factores, son la clave y no está en manos exclusivas de los trabajadores el influir en ellos. Los trabajadores sólo pueden incidir, parcialmente, en el factor “Personas” por obvias razones. Sin embargo, los Patrones y Sindicatos también inciden de manera determinante en el desempeño de los trabajadores.
La Planta y Procesos, dependen exclusivamente de los Patrones. Son ellos quienes deben trabajar arduamente, para que ambos factores propicien un constante incremento en los índices de productividad.
Finalmente, en el caso de que un trabajador, a pesar de la capacitación que recibe, el adiestramiento, las herramientas que le proporcionan y a pesar de que las empresas hayan perfeccionado la planta y los procesos, no incrementa su productividad, el Patrón tiene la posibilidad de despedir al trabajador, previo cumplimiento de los compromisos legales establecidos en las leyes, para proceder a su liquidación.
Ya desde 2017, se han otorgado incrementos sostenidos y superiores a la inflación, buscando mejorar las condiciones salariales.
Nada menos para 2020, el incremento fue más del triple de la cifra de inflación del 2019. Cabe destacar que estos incrementos al salario, no han generado ni pérdida de empleos, ni inflación, por lo que queda demostrado que los argumentos para no incrementar el salario, no tienen sustento.
Gracias a la voluntad del Presidente López y a que los Empresarios están convencidos de que es necesario incrementar el Salario Mínimo, para lograr que la economía se dinamice, vía el incremento en el consumo interno, es que se logró el incremento histórico de este año.
La manifestación del presidente, en cuanto a que los Empresarios deberían tener utilidades razonables, es más que pertinente, ¡es urgente!
Quienes argumentan que lo solicitado por el presidente es descabellado desconocen algunos datos que a continuación les comparto:
En 2016 la OCDE reportó que el costo laboral en México, es 67% menor al costo promedio de los países integrantes de ésa organización. (R.9)
Las Empresas destinan al pago de Remuneraciones sólo un 8.1% del Total de sus Ingresos. (ver INEGI/ Censo Económico 2014)
Después de restar a los Ingresos Totales, los Gastos de Operación y las Remuneraciones, ¡el margen de Utilidad promedio por empresa en México es del 21.1%!
Por su parte Standard & Poors indica que las Utilidades rondan el 7% a nivel internacional en los últimos 10 años. Lo cual significa que para las empresas mexicanas aún les queda un amplio margen, es decir el 14.1% restante, que bien podría destinarse algo de éste, a mejorar los ingresos de los trabajadores.
El 42% de los trabajadores mexicanos, percibe menos de dos salarios mínimos, es decir menos de $7,393.20 mensuales de ingreso por su trabajo, según datos del INEGI 2016.
Esta cifra es tan sólo el 65%% de los $11,291.00, que la CONEVAL (R.5), determinó en 2009, como el umbral de ingreso mínimo para un hogar con cuatro miembros, ¡para cumplir con lo que manda la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos!
El fracaso más grande de las administraciones Públicas, de los últimos 30 años, es la cantidad de mexicanos pobres, pues en 2018 el 41.9% de habitantes se encontraban en pobreza, esto es ¡52.4 millones de vecinos!
Lo anterior ha sido el resultado del proverbial comportamiento de los empresarios mexicanos, con su distintiva mentalidad “pro-ganancias personales”, ignorando las condiciones de vida de sus empleados.
Los Empresarios saben que podrían mejorar los montos que perciben los trabajadores, pero hasta hoy no han estado dispuestos a ver mermadas sus ganancias aún cuando esa merma sería muy pequeña en sus cuentas bancarias. Por otro lado, ésa pequeña merma, significaría oxígeno puro para los trabajadores.
Nos debe quedar claro que, el incremento salarial no es lo único que se necesita para sacar de la pobreza a tantos millones de compatriotas, también es necesario que la Secretaría del Trabajo, aplique estrategias agresivas, con el objetivo de llevar a la práctica, las reformas recientes a la Ley Federal del Trabajo.
Es imperioso terminar con los “Contratos de Protección” y los “Sindicatos Blancos”.
No, no bastará con incrementar los salarios, También se deberá cuestionar la operatividad de la CONASAMI. Pues hasta ahora ha dado muestras de ser muy efectiva en impedir que el Salario recupere su poder adquisitivo.
Ya es hora de cambiar el Art. 123 Constitucional, para desaparecer la CONASAMI y dejar la función de revisión salarial a los representantes del pueblo, es decir, a los Diputados Federales. Entiendo que es complicado que los Diputados tengan conocimientos profundos sobre este tema, por lo que se podría pedir a la Facultad de Economía de la UNAM, que anualmente realizara los estudios económicos pertinentes, con el fin de proponer a la cámara baja, la probabilidad y monto del incremento en el Salario Mínimo Nacional.
Estoy consciente que el incremento en los salarios, apenas cubre el factor Ingresos, una de las 7 dimensiones de las carencias sociales que la CONEVAL considera en la medición de la pobreza, como son, Ingresos, Educación, Salud, Seguridad Social, Alimentación, Vivienda y Servicios Básicos. (R.5)
La recuperación del poder adquisitivo del salario, es la base y punto de partida, para que la deseable “movilidad social positiva”, pueda ser un fenómeno cotidiano en nuestras familias, hoy solo existe en la teoría y en el ánimo de algunos.
¿Es justo que un trabajador y su familia vivan en pobreza?
¿Hasta donde tienen que llegar las utilidades de los patrones, para que al trabajador se le otorgue un salario que le permita cubrir las necesidades de su familia?
Usted, estimado Vecino, ¿que opina?
REFERENCIAS.
1) Discurso del Presidente López en Monterrey, N.L. (min. 39:40)
2) “El Gobierno mexicano y las condiciones salariales de los trabajadores”, Blog “El Vecino” publicado el 5 de marzo de 2016.
3) “El Salario Mínimo… ¿hasta donde puede llegar?” Blog “El Vecino” publicado el 13 de mayo de 2016.
4) “¡La CONASAMI; enemigo silencioso del poder adquisitivo del Salario Mínimo!”, Blog “El Vecino” publicado el 7 junio de 2016.
5) CONEVAL “Medición de la Pobreza 2008-2018”
7) Anuario Estadístico INEGI 2018
8) “Hacerlo Mejor, Índice de Productividad México” Centro de Investigación para el Desarrollo, (CIDAC) Gráficas…
9) Costo laboral por trabajador en México, 67% inferior al promedio de la OCDE, El Financiero.
